DYLAN MARLAIS THOMAS
Swansea, Glamorgan (Gales), 20 de octubre de 1854 – m. Nueva York (EE.UU), 9 de Noviembre de 1953 (39 años)
Una de las figuras poéticas más importantes de la literatura inglesa de la primera mitad del siglo XX fue sin duda este escritor bohemio que despertó gran interés por su forma de vida disipada, no muy distinta de otros poetas llamados “malditos” como lo fue Rimbaud por ejemplo de quien hablé en una ocasión (puedes leerlo aquí), y Edgar Allan Poe (lee aquí).
Bebedor empedernido y fumador de carretilla, el poeta de ojos verdes se dedicó desde 1935 a promocionarse a sí mismo (sólo que entonces no había facebook). A su mujer, de dieciséis años la llamaba “su viuda” y no por sentir menosprecio hacia ella sino hacia sí mismo pues su estado físico era lamentable. Solía caer enfermo de gripe o con bronquitis con asiduidad debido a sus trasnochados excesos. “Esta noche he visto las puertas del infierno (…)” diría una de esas veces, “Pero no quiero ir…, por lo menos hasta que pasen otros diez años mientras no sea un condenado inválido”.
El 19 de Octubre de 1953 hizo su cuarta gira americana junto a su amante —su esposa se quedó en casa, en Londres—, y se alojó en el Chelsea Hotel en los barrios bajos. A finales de mes, daría conferencias y seminarios que trascurrieron sin incidentes a pesar de que a alguno de ellos se presentó bebido. El 4 de noviembre del mismo año, Thomas salió del hotel a las dos de la madrugada, dejando a su amante en el mismo, para tomar una copa. Se piensa que se dirigió a la Taberna del Caballo Blanco, su preferido en West Village, que se encontraba a un kilómetro del hotel. Cuando regresó, le comentó a su amante que había bebido dieciocho whiskys y que eso le parecía sin duda todo un récord. Resultó que al final su propia su cuenta no cuadraba porque se levantó temprano a la mañana siguiente y ambos fueron de nuevo a beber a la Taberna del Caballo Blanco pero regresaron antes de tiempo porque Mr. Thomas no se encontraba bien. Ya en el hotel, comenzó a vomitar y a sufrir espasmos estomacales. A las dos de la mañana de ese mismo día, estaba delirando y después, se quedó inconsciente. Permaneció cuatro días en coma, hospitalizado cerca de esa taberna que tanto le gustaba. Su mujer viajó a Estados Unidos y estuvo junto a él cuando murió, momento en que perdió el control y rompió un crucifijo y una imagen de la Virgen María por lo que le pusieron una camisa de fuerzas y la enviaron a una clínica en Long Island.
Como siempre, se barajaron distintas hipótesis sobre la causa de su muerte. Finalmente, parece ser que fue por falta la de oxígeno al cerebro que acompaña la enfermedad de la neumonía que ya padecía.
Fue fiel a su poema más famoso y entró como un elefante en una cacharrería.
NO ENTRES DÓCILMENTE EN ESA PLÁCIDA NOCHE
No entres dócilmente en esa plácida noche,
la vejez debería arder y delirar al terminar el día;
rabia, rabia contra la agonía de la luz.
Aunque los sabios reconocen al morir que la tiniebla es justa,
porque ningún relámpago han clavado sus palabras
no entran dócilmente en esa plácida noche.
Los buenos, que en el último gesto lloran por el brillo
con que sus frágiles actos hubieran podido bailar en una verde bahía,
rabian, rabian contra la agonía de la luz.
Los salvajes, que atraparon y cantaron el sol en vuelo,
y demasiado tarde aprenden que lo han apenado en su camino,
no entran dócilmente en esa plácida noche.
Los solemnes, cerca de la muerte, que ven con mirada cegadora
que los ojos ciegos pudieron brillar igual que meteoros y alegrarse,
rabian, rabian contra la agonía de la luz.
Y tú, mi padre, allí en la triste altura,
maldice, bendíceme ahora con tus lágrimas feroces, te suplico.
no entres dócilmente en esa plácida noche.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.
NOTA: ¿Quieres conocer algo más sobre su vida? Puedes ver la película The Edge of Love (En el límite del amor), año 2008, protagonizada por Keira Knightley y Sienna Miller.